Syd Matters no se llama Syd Matters, sino que Jonathan Morali. Jonathan Morali no es inglés sino que francés, pero bueno... canta en inglés. Y a todo esto, "¿por qué Syd Matters?" se preguntará usted el busquilla. Simple, bueno nunca tanto porque si uno no lo lee en alguna parte o el chicoco no lo dice, no tiene mucho sentido tirarlo al achunte, pero aquí va la respuesta: Syd Barrett y Roger Waters, ambos miembros de Pink Floyd, son los máximos ídolos del francecillo, entonces qué mejor que ponerse Syd Matters buscando encajar a los dos en un sólo nombre y apellido. ¿Poco sentido? ¿Mucho? no sé, igual no es lo más relevante porque hasta el momento no explica nada de su música. Así que mejor hacer el ejercicio de describir con palabras bonitas y persuasivas lo que el francés nos quiere decir en inglés y nosotros (aunque hablemos español) intentamos descifrar en la melodía o lo que nos provoque cada canción.
Parece que el nombre Ghost Days le hace bastante sentido a este disco. Y no porque cuando lo escuchemos se nos aparezca Gasparín o uno de esos fantasmas vestidos de sábana diciéndonos "buuu buuu", sino porque la forma en que están hechos los arreglos, la melancolía que transmite y todos los "ahh ahh" de los coros nos dan esa sensación que parece sacada de un fantasma, más lolito y actual claro. Bueno bueno, igual podría asociarse con el fantasmita de la moda sabanera, pero tiene algo más que sólo al escucharlo se podrá dimensionar.
Si bien parece ser un disco más del típico cantante folk, bonito y simpático de escuchar un par de veces, Ghost Days no va por esa senda. Con una preocupación especial en los arreglos, las canciones van creando poco a poco un mundo propio que no se queda pegado en la guitarra de palo, más bien son canciones que se expanden en los teclados y, así como en el post rock, terminan explotando y desconfigurando todo el panorama plano que se traza en el folk. Lo de Syd Matters intenta ir más allá del cliché y la fórmula fome con la que funciona ahora la música con guitarra acústica, busca darle un giro mucho más interesante y que, en última instancia, hace que su música se diferencie de esta sobrepoblada fauna de cantantes con nombre propio.
Por eso yo a éste le doy 5 karolitos.
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