
Con el ruido como categoría de referencia, lo de Fuck Buttons resulta ser una armoniosa mezcla entre distorsiones saturadas, melodías de teclado, voces deformadas y psicodelia en su estado más bruto y puro. En base a la repetición de ciertos patrones, se va construyendo poco a poco ese caos que el dúo de Bristol quiere producir. Pero no se trata de un caos insoportable que termina provocando hastío y a la mitad dan ganas de poner stop, sino que dentro de todo ese mar de gritos esparcidos, drones insultantes y casios flotantes, surge como reina implacable una melodía que le da sentido a todo esto. Esa melodía que viene a confirmar lo que ya se pronosticaba en el bautizo: que este disco tiene todas las de ganar.
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Bright Tomorrow
Sweet love for planet earth:
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